Congresista Juan Carlos Lizarzaburu plantea reabrir el antiguo penal para recluir a criminales de alta peligrosidad.
Un nuevo proyecto de ley sobre penal El Frontón fue presentado por el congresista Juan Carlos Lizarzaburu, de Alianza para el Progreso, con el objetivo de enfrentar el creciente problema de hacinamiento en las cárceles del país. La iniciativa busca declarar de “necesidad pública y de interés nacional prioritario” la recuperación y reapertura del penal San Juan Bautista, más conocido como El Frontón, ubicado frente a las costas del Callao.
La propuesta establece que este recinto penitenciario se destinaría exclusivamente a criminales considerados de alta peligrosidad, como responsables de delitos de violación sexual, trata de personas, secuestro, extorsión y otros crímenes graves que requieren un régimen carcelario de mayor seguridad y aislamiento.
Esta iniciativa legislativa no es la primera en su tipo. Con ella, ya suman cinco los proyectos presentados durante el actual periodo parlamentario que plantean el uso del histórico penal El Frontón como una solución frente a la sobrepoblación carcelaria. El establecimiento fue cerrado hace décadas tras los trágicos sucesos ocurridos en su interior, pero aún se mantiene como una infraestructura que podría ser reutilizada.
Según cifras expuestas por la exministra de Justicia, Marisol Pérez Tello, el hacinamiento penitenciario en Perú es crítico. En el penal de Lurigancho, por ejemplo, hay más de 10 000 reclusos cuando su capacidad es solo para 1 800 internos. Además, existe un promedio de 45 internos por cada agente del INPE, lo que impide una adecuada vigilancia y control.
Reapertura del penal El Frontón: ¿una salida viable?
El proyecto de ley sobre penal El Frontón aparece como una alternativa ante esta grave crisis del sistema penitenciario. Que no solo compromete la seguridad de los establecimientos. Sino también el respeto a los derechos humanos. De aprobarse, se abriría el camino para restaurar, acondicionar y poner en funcionamiento este emblemático penal. Con un enfoque orientado a contener a reos de alta peligrosidad y reducir la presión en otras cárceles del país.
