Localidades como Sivia, Pichari y Kimbiri enfrentan inundaciones, cultivos destruidos y caminos bloqueados.

El desborde del río Apurímac ha causado una devastadora emergencia en el VRAEM, dejando a cientos de familias damnificadas y generando daños significativos en diversas localidades, incluyendo Sivia, Pichari, Kimbiri, Ayna San Francisco, Canayre y Llochegua. Las inundaciones han arrasado con viviendas, cultivos y han bloqueado importantes vías de comunicación, sumiendo a la región en una crisis humanitaria.

La situación que enfrentan las familias afectadas es crítica, con viviendas inundadas, la pérdida total de sus cultivos, que representan su principal fuente de sustento, y serias dificultades para acceder a servicios básicos como agua potable y atención médica. La magnitud del desastre ha sobrepasado la capacidad de respuesta local, por lo que la población damnificada requiere ayuda urgente y coordinada.

Llamado a las Autoridades

Ante esta emergencia, se hace un llamado a las autoridades de todos los niveles, así como a las organizaciones de ayuda humanitaria, para que movilicen recursos de manera inmediata y eficiente. La asistencia debe incluir el envío de alimentos, agua potable, medicinas, abrigo y refugio temporal para las familias damnificadas. Asimismo, es fundamental brindar apoyo técnico y logístico para la reconstrucción de viviendas e infraestructura dañada. Así como para la recuperación de los cultivos y la reactivación de la economía local.

Es crucial que la respuesta a esta emergencia sea oportuna y coordinada. Con el objetivo de minimizar el sufrimiento de las familias afectadas y garantizar su pronta recuperación. La solidaridad y el compromiso de todos son indispensables para superar esta difícil situación y reconstruir las comunidades devastadas por el desborde del río Apurímac.

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